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Medidas de Protección para las personas con discapacidad


Cuando se habla de medidas de protección se puede pensar en un concepto netamente legal, donde una instancia con potestad emprende acciones legales dirigidas a proteger a una persona que ha sido víctima o ha sufrido una trasgresión a sus derechos. Desde el punto de vista de la discapacidad, he desarrollado el tema de las medidas de protección partiendo de los conceptos de factores de riesgo y factores de protección, desarrollando algunas medidas que puede emprender la persona con discapacidad, los familiares y los profesionales; estas medidas están basadas en los factores de riesgo que con mayor frecuencia se observan alrededor de las personas con discapacidad. Iniciemos abordando algunos conceptos:

Factores de Riesgo: Se refiere a las características biológicas, psicológicas, sociales y contextuales cuya existencia incrementa la probabilidad de que el individuo sufra algún daño, perjuicio o transgresión a sus derechos. Tiene que ver con aquellas condiciones o cualidades que colocan en riesgo la integridad y el sano desarrollo de la persona.

Factores de Protección: Se refiere a las características biológicas, psicológicas, sociales y contextuales cuya presencia facilita el desarrollo, permite la expresión de potencialidades y bloquea el impacto de algunos factores de riesgo en el individuo. Tiene que ver con aquellas condiciones o cualidades que facilitan y aseguran la conservación de la integridad y el sano desarrollo de la persona.

Factores de Riesgo en Discapacidad: Las personas con discapacidad pueden estar expuestas a diferentes factores de riesgo, que van a estar determinados por diferentes aspectos, a saber:

  1. El tipo de discapacidad puede llegar a ser un factor de riesgo en sí mismo. Puesto que, independientemente que sea congénita o adquirida, permanente, temporal o intermitente, sus características y el grado de severidad no sólo puede afectar el funcionamiento de la persona en áreas específicas sino que también puede acarrear complicaciones o deterioro de la salud biopsicosocial a corto, mediano o largo plazo.

  2. La aceptación de la familia y el individuo de la discapacidad, determinará todas las acciones que se emprendan para la rehabilitación, la estimulación de las áreas conservadas o afectadas, el seguimiento de los tratamientos médicos y procedimientos de asistencia, el desarrollo de la autoestima, la dotación de habilidades de afrontamiento, la integración y la inclusión social. Un factor de riesgo altamente dañino es la no aceptación y comprensión de la discapacidad. Aquellos familiares sumergidos en el duelo por la pérdida del hijo ideal o aquellos individuos ajenos a su condición de discapacidad se encuentran bloqueados y paralizados para encargarse de sí mismos y construirse oportunidades.

  3. Las barreras estructurales son otros de los grandes factores de riesgo en la discapacidad, un factor complejos de controlar porque depende de la respuesta de los otros y en particular del Estado para superarlas. El hecho que la persona no tenga acceso a recibir ayuda o soporte técnico o tecnológico (prótesis, silla de ruedas, muletas, zapatos ortopédicos, dispositivos auditivos, etc.) constituye una forma de aislamiento y el impedimento para desarrollarse satisfactoriamente. Asimismo, que las ciudades no ofrezcan la arquitectura o infraestructura necesaria para facilitar el desplazamiento y el acceso de las personas con discapacidad a los diferentes contextos sociales, culturales, educaciones y laborales es otro impedimento para el desarrollo de la independencia y la inclusión.

  4. El vivir en entornos rurales o muy aislados de los diferentes servicios y centros de atención, educación y desarrollo socio-cultural es otro factor de riesgo en discapacidad, puesto que la persona con discapacidad y su familia están expuestas a no tener conocimiento de la existencia de estos centros o están obligadas a realizar un gran esfuerzo para garantizar la atención integral, lo cual limita la estimulación y el apoyo adecuado a lo largo del desarrollo de la persona.

  5. Un factor de riesgo psicosocial son las características conductuales, salud emocional y estatus cognitivo de la persona o su familia. La presencia de trastornos conductuales (agresividad, oposicionismo, hiperactividad, impulsividad, etc.), la presencia de afectaciones emocionales (baja tolerancia a la frustración, ira, depresión, ansiedad fobias, irritabilidad, etc,) o la presencia de deterioro neurológico, compromiso cognitivo, pérdida de memoria, déficit de atención) constituyen factores que de no ser atendidos adecuadamente pueden afectar el bienestar psicosocial de la persona con discapacidad. Asimismo, una familia disfuncional, conflictiva, negligente, poco afectiva, sobreprotectora o violenta no es capaz de ofrecer el apoyo adecuado a la persona con discapacidad y por el contrario es portadora de un ambiente hostil y estresante.

  6. Los registros indican que las personas con discapacidad son más vulnerables a sufrir algún tipo de la violencia en algún periodo de su vida: abuso físico, abuso psicológico, abuso sexual, negligencia parental, discriminación, exclusión, acoso o violencia obstétrica son algunas de las formas de violencia a las que puede estar expuesta una persona con discapacidad. Mientras más comprometido esté el funcionamiento de la persona según el tipo de discapacidad, más vulnerable será a la violencia por las limitaciones que tiene para defenderse y buscar ayuda. En muchas ocasiones, la persona con discapacidad depende de la ayuda de algún cuidador cercano y las estadísticas indican que los agresores suelen ser individuos de confianza o cercanos a la víctima, he ahí el grado de vulnerabilidad.

Medidas de Protección: Son aquellas acciones de naturaleza preventiva que están dirigidas a facilitar o garantizar el desarrollo integral, el despliegue de potencialidades y el disfrute de los derechos de las personas con discapacidad. Estas medias pueden ser asumidas por la persona con discapacidad, sus familiares o pueden ser proporcionadas por los diferentes especialistas que atienden a la persona. Las medidas de protección vienen amparadas por un marco legal de protección que a lo largo de la historia se ha venido desarrollando para garantizar el goce de los derechos humanos y civiles a todas las personas con discapacidad.

Marco Legal de Protección: A continuación se mencionan algunas leyes que pueden representar un soporte legítimo para la defensa y protección de la persona con discapacidad, por lo que resulta urgente y necesario el conocimiento y el manejo de las mismas:

  1. Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: habla sobre los derechos humanos que el Estado debe garantizar a toda persona con discapacidad.

  2. Ley para las Personas con Discapacidad.

  3. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

  4. Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes: está aplica en el caso de menores de edad con discapacidad o con necesidades especiales, alguno artículos de esta ley que pueden resultar de interés son los número: 29, 32, 33, 41, 42, 53, 61, entre otros.

  5. Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia: esta aplica para niñas, adolescentes o mujeres adultas con discapacidad que han sido víctimas de algún tipo de violencia. Algunos artículos de interés en esta ley son los números: 15, 44.

  6. Ley orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras: aplica para las personas con discapacidad activas en el ámbito laboral. Entre otros artículos, el capítulo VIII de esta ley está dedicado a la discapacidad.

  7. Ley del Deporte.

Empoderamiento: La existencia de las leyes mencionadas anteriormente y el emprendimiento de las medidas de protección no tendrán sentido o cumplirán su objetivo si la persona con discapacidad o sus familiares no se encuentran empoderados. El empoderamiento se refiere al proceso de apropiación por parte de las personas de las herramientas que les permitan ejercer sus derechos con un sentido de responsabilidad compartida. Implica un grado de independencia, al estar informado sobre el derecho a opinar, tomar decisiones, defender y exigir la propia integridad o la de los familiares.

Estar empoderados tiene que ver con el sentido y la conciencia del propio poder para actuar responsablemente en beneficio de uno mismo, por lo tanto el empoderamiento es la principal medida de protección que se puede asumir ante la discapacidad.

Medidas de Protección para las Personas con Discapacidad: A continuación expongo algunas de las acciones o medidas que se deben emprender para garantizar los derechos y el sano desarrollo de las personas con discapacidad, estas medidas deberían volverse factores de protección ante los diferentes factores de riesgo que rodean a la discapacidad.

  1. Determinar limitaciones y fortalezas: evaluación multidisciplinaria en diferentes periodos evolutivos de la persona con discapacidad, a fin de obtener información actualizada sobre el funcionamiento de la persona y saber hacia dónde dirigir las acciones de estimulación, rehabilitación o inclusión. En este proceso la obtención del carnet de discapacidad por parte del Conapdis, es una herramienta importante de protección. Puesto que, la persona tendrá la posibilidad de disfrutar o exigir el disfrute de los beneficios otorgados por la Ley para las Personas con Discapacidad en los diferentes contextos donde se desenvuelve. Adicionalmente, la obtención del carnet es importante para el desarrollo de estadísticas sobre los diferentes tipos de discapacidad presentes en las regiones del país, lo cual permite el desarrollo de políticas de atención, asistencia, apoyo e inclusión.

  2. Garantizar que la persona con discapacidad reciba todas las atenciones médicas y especiales necesarias es un derecho fundamental para conservar la salud biopsicosocial de la persona.

  3. Apoyo familiar: asistencia para los padres o cuidadores, orientación y entrenamiento. La familia es el entorno más inmediato de donde se sostiene y crece la persona con discapacidad, una familia empoderada y con herramientas de afrontamiento y acompañamiento es fuente de habilidades para la vida.

  4. Establecer redes de apoyo: grupos de familias o personas con discapacidad, inserción en actividades deportivas o culturales, enlace con instituciones u ONG competentes. Las redes de apoyo son un soporte crucial que favorece la integración social y la resiliencia.

  5. Disminuir las barreras estructurales: facilitar en el hogar y en la comunidad las condiciones necesarias para la movilización y el traslado de la persona con discapacidad.

  6. Prevenir la violencia: crianza positiva dentro de la familia, permitir el desarrollo de la intimidad, favorecer la independencia en el autocuidado, promover el respeto al propio cuerpo y el de los otros, ofrecer educación sexual en todo momento y

  7. Sensibilizar los entornos inmediatos: familia, comunidad, escuela, otros. Un contexto desinformado puede ser hostil, menos colaborador e integrador ante la discapacidad.

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