Autonomía e Independencia

Una persona con discapacidad, debe enfrentar un mundo difícil y complejo, pues a medida que va creciendo su responsabilidad es mayor, debe asumir enfrentarse a una sociedad en la cual muchas veces no le comprenden o que no se ajusta a sus necesidades, en fin, infinidad de situaciones para lo cual no se está preparado, lo que hace dificil gozar de la autonomía e independencia necesaria.

Por otro lado, la familia, la mayoría de las veces queriendo ayudar, sobreprotejen de tal manera que limitan sus potencialidades y capacidades, haciendo que dependan constantemente de ellas para realizar las actividades que con las adecuaciones pertinentes, perfectamente puediera hacer.

Como persona con discapacidad visual, comprendo lo difícil que es desplazarse solo en cualquier ciudad del este país, pues son muchos los peligros a los que nos enfrentamos cada día. Sin embargo, si se cuenta con el entrenamiento o preparación acorde a la situación, nos llenamos de seguridad para que los peligros puedan mnimizarse.

Hay que considerar. que la autonomía e inde

pendencia de la persona con discapacidad no solo está en poder desplazarse sin compañia, sino también en ser capaz de resolver problemas de su cotidianidad, bien sea en el aspecto personal, familiar, social, académico o laboral. Estamos en la obligación de recibir el entrenamiento y preparación, no sólo porque el entorno nos la provea, sino básicamente porque debemos asumir la conciencia de capacitarnos integralmente para alcanzar un nivel de competencia en igualdad y equiparación de oportunidades.

De qué nos vale que aprueben leyes que nos apoyen como grupo específico, si nosotros no asumimos el reto de capacitarnos para equiparanos, pues el tener una discapacidad, no es motivo para excusarnos a la hora de asumir el rol al cual estamos llamados a desempeñar como ciudadanos de esta sociedad.